Un área de aproximadamente 100.000 (cien mil) hectáreas, en la que se encuentran los Esteros del Isoró, un sistema de arroyos y bañados que conforma el hábitat ideal para la biodiversidad. Un ámbito ideal para disfrutar de la fauna y flora del Litoral. Allí, en medio de un entorno puro de naturaleza, se puede practicar la pesca deportiva con devolución, únicamente en la modalidad de spinning y fly cast.

Es un laberinto verde es lo que primero impacta al visitante y da la sensación de que la selva los va tragando mientras se cierran sus calles desbordadas de camalotes en flor, por lo cual tener la cámara en mano es prioritario.

Hay pequeñas lagunas, correderas y diferentes canales entre sus islas, por lo tanto la pesca comienza y no termina hasta que cae el sol.

Se puede continuar recorriendo su pintoresco e intrincado delta, abundante en correderas en pequeños riachos de aguas negras y otras transparentes.

Este humedal da origen a gran parte de la fauna íctica de la región, y sus especies más emblemáticas, como el surubí y el dorado se refugian ahí durante las crecidas y pasan largo tiempo alimentándose y desarrollándose, por lo cual se dan capturas excepcionales.

Este maravilloso lugar, que se puede visitar todo el año, ingresó a través de un proyecto de ley a la lista Ramsar, como uno de los humedales más importantes del mundo, a cuya lista pertenecen ya los Esteros del Iberá.